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“Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, Arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer”

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Así es el cántico que cubrió de verde una vez más al país. Es que el martes, volvió a presentarse la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso de la Nación. En el interior, grupos feministas y mujeres autoconvocadas marcharon por las calles de Santa Rosa de Calamuchita. Mirá la galería de fotos y videos.

La marea feminista volvió a surgir con fuerza con el Ni Una Menos, y recobró su poderío con el pedido de la legalización del aborto. El año pasado, fue la gran temática que atravesó a la sociedad argentina, que por primera vez decidió tratarlo en el Congreso de la Nación. Con un triunfo en la Cámara de Diputados, el debate se trasladó al Senado, que bloqueó la petición.

 

El pasado martes, y por octava vez consecutiva, volvió a presentarse acompañado de pañuelazos a lo largo y a lo ancho del país. En el interior, grupos feministas como La Grupa y Mujeres Organizadas Santa Rosa, apoyaron la iniciativa de las pibas de los colegios secundarios de la zona, de salir a la calle iniciando en el Paseo El Remanso, marchando por el centro y concluyendo en el Puente de Hierro.

Es importante destacar algunas cuestiones. Lo primero hace al cambio de paradigma en el debate de la normativa, que anteriormente se denominaba Interrupción Legal del Embarazo, apuntando a la legalidad de la decisión de la mujer, y que en esta oportunidad se llama Interrupción Voluntaria del Embarazo, resaltando aún más la libre decisión de la gestante sobre su cuerpo.

Otra de las cuestiones hace a la importancia de la visibilización de este debate también en el interior del país, donde claramente suceden y más a menudo de lo que uno podría imaginarse, el tener que decidir un aborto (por el momento clandestino, que pone en riesgo las dos vidas) ante un embarazo no deseado.

La lucha feminista, lejos de ser una moda, se ha convertido en la bandera de lucha de las mujeres que marchan por sus derechos, ante una sociedad históricamente machista que las violenta desde todos los puntos de vista. Y en los pueblos y ciudades más recónditos de la Argentina, esas banderas también comienzan a levantarse.

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