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Flexibilización-precarización laboral

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El 30 de octubre del corriente año, el gobierno de la nación realizó una serie de anuncios relacionados con la flexibilización-precarización laboral. De acuerdo el medio de comunicación que informe, las medidas se denominan flexibilización o precarización. Para los medios de comunicación monopólicos y favorables al presidente Mauricio Macri lo titulan como flexibilización, siguiendo con el discurso presidencial de que todos tenemos que poner un poco.

Pero lo que Macri y sus seguidores llaman flexibilización es una precarización laboral que afecta a la clase trabajadora, y no solo eso: también afecta a los jubilados. “Creo en la necesidad de pensar una agenda de reforma permanente”, indicó el presidente antes de mencionar los tres ejes a modificar: “el de la responsabilidad fiscal, el del empleo y el de la república y la calidad institucional”.

Por otro lado, las jubilaciones y pensiones dejarán de actualizarse siguiendo el crecimiento de la economía argentina, sino la inflación del año, lo que da un recorte de entre el 10% y el 20% de aumento en cada año, además de aumentar la edad jubilatoria.

En muchas situaciones, el gobierno nacional no resiste el archivo. El 4 de octubre pasado, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró: “no hay ningún proyecto de flexibilización laboral y tampoco está en la agenda oficial una modificación en la edad jubilatoria. No se estudia una reforma previsional”. Increíble que se usen las mismas palabras y términos que usaran luego para aplicarlas.

Pero Macri no dejó pasar ni un solo día luego de las elecciones cuando, en conferencia de prensa y haciendo alarde de su triunfo, adelantó el ajuste fiscal, reforma previsional que considere la “longevidad” y reforma laboral. También quiere modificar las elecciones y realizar cambios en la educación.

Pero hasta ahora poco se sabe de lo que implicaría esa “flexibilización laboral”. Aquí algunos puntos: mayor tercerización: más modalidades de trabajos por contrato (inclusive intermitentes); debilitar la organización de los trabajadores: negociación por empresa; y atacar la jornada laboral: ampliar la jornada diaria y semanal. Además de facilitar los despidos y reducir los costos laborales en términos de aportes patronales e indemnizaciones.

¿Cuáles son los fines? Bajar el costo laboral, ya que para la nación, un empleado está costando mucho. “Esto apunta a producir el consenso de los argentinos y aspirar a que los actores sociales estén dispuestos a trabajar, tanto el sector empresario como el sector de representación sindical”, palabras de Jorge Triaca, ministro de Trabajo.

En suma, para la segunda parte de su mandato y luego de ganar más bancas en el senado, el gobierno de la nación ataca a los sectores trabajadores y a los jubilados, beneficiando, una vez más, a la acumulación del capital en manos de unos pocos.

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