Mucho se ha hablado en los últimos años de la seguridad en el país. Pero, ¿qué pasa en los pequeños poblados donde todos nos conocemos? Por lo general, cuando suceden hechos delictivos o vandálicos, la solución suele aparecer por una fuerte intervención de las fuerzas policiales y el apoyo municipal. Los vínculos son mucho más cercanos y a los inconvenientes le encontramos respuesta entre todos. No ha pasado así en Villa Yacanto, donde a pesar de la repetición de robos o destrozos a viviendas, y aunque desde la Municipalidad y el Destacamento Policial han convocado a una reunión de seguridad, la problemática continúa profundizándose semana a semana.
Meses atrás, un comercio céntrico sufrió la rotura de un vidrio para sustraer 4 teléfonos celulares. A escasos días, hubo un faltante de dinero de la Casa de la Cultura y Educación del pueblo. Hace nada más que unas semanas, más específicamente en el mes de mayo, se desató un incendio aparentemente intencional en el predio donde se desarrolla la Fiesta Nacional de la Comida al Disco de Arado. En ese mismo fin de semana, otros 4 hogares fueron incendiados. Y días pasados, 7 viviendas han sido violentadas. Este lunes, se sumó una más.
En medio de esto, y ante la preocupación de los vecinos por vivir una realidad a la que no están acostumbrados y se asemeja más a las de las grandes ciudades, tal reunión de seguridad se llevó a cabo. Las posibles soluciones, y con la certeza de que sigue pasando exactamente lo mismo que venía sucediendo, claramente han sido insuficientes o directamente no se han aplicado. Basta repasar, por ejemplo, la intención de crear un grupo de whatsapp para comunicarse entre vecinos con el destacamento ante eventuales episodios de inseguridad que aún es inexistente. Ejemplos sobran. El punto es que la población vive en un estado de alerta permanente y poco a poco se ha ido perdiendo esa sensación de tranquilidad y bienestar del que gozaban los lugareños. Por su parte, las autoridades políticas propusieron hacer funcionar las cámaras de seguridad que ya estaban colocadas pero inactivas. Tampoco se ha cumplido con esto.
En la calle el malestar se siente. La preocupación cala hondo en las charlas entre vecinos. Los responsables no aparecen y quienes deberían ofrecer respuestas dicen estar trabajando en ello…aunque aún sin resultados concretos.
