El proyecto “Jóvenes Emprendedores” se desarrolla desde el año 2000, cuando la Argentina atravesaba uno de los momentos históricos más difícil de su economía. Con la idea de ir sacando la creatividad para generar negocios a pequeña escala que significaran una posibilidad de salida laboral a futuro, varios docentes de instituciones educativas le dieron vida a esta propuesta, que creció y se consolidó como una de las actividades anuales que todos los alumnos que van terminando la secundaria esperan.
Es cierto que las presiones a veces son muchas, que los nervios a la hora de la evaluación son intensos. Pero la experiencia de generar una idea propia es una satisfacción que quizás, sólo llega a verse el día de la presentación final. Es así que con la participación de jóvenes de colegios de Santa Rosa, Amboy y Villa Rumipal (este año Villa Yacanto no pudo participar), hoy se presentaron 58 emprendimientos juveniles que van desde la creación de cargadores portátiles solares, pasando por guardería de animales, licores de peperina y yerba buena, invención del talco en gel, desarrollo de páginas web con propuestas en servicios, un emprendimiento de ropa, cremas para el rejuvenecimiento, avistaje de aves, canastas hechas con papel reciclado, hasta la creación de videojuegos y almohadillas desestresantes. Año a año la creatividad juega un rol preponderante y los chicos sorprenden con sus ideas, que no sólo deben quedar en eso, sino que tienen un estudio de mercado e indefectiblemente tienen que ser viables económicamente hablando.
Son estas las instancias que dan perspectiva de futuro, y lo vuelven tal vez un poco más tangible en la incertidumbre que ya significa de por sí lo venidero.
