Mucho se habló de Bake Off en los últimos días, cuando salieron a la luz algunos datos que la producción dejó pasar o fueron vilmente engañados.
En primer lugar, se filtró la información de que la ganadora del reality era Samanta Casais, una de las mejores pasteleras del certamen. En su trabajo se veía mucha prolijidad y esmero. Una vez sabido este dato, las redes sociales estallaron en indignación por la filtración.
Pero la cosa no terminó allí. Comenzó a salir información de que la ganadora no era pastelera amateur, una de las reglas de oro del programa, sino que había estudiado, que trabajó en un afamado restaran porteño, que tenía su propia pastelería, que mató a un hombre con su auto y escapó; en fin, muchas cosas, algunas comprobables y otras no.
Lo cierto es que la final del show se emitió el domingo 5 de julio entre Samanta y Damián, ya que los capítulos estaban grabados desde el año pasado, pero al final, luego de consagrar ganadora a la polémica participante, se grabó aparte un fragmento donde aparecían los tres jurados y los dos finalistas, allí descalificaron a Samanta por haber llenado mal el formulario de inscripción.
Una final a lo Simpson que dejó muchas caras largas y críticas en redes sociales, pero lo más cómico de esta situación es que hasta Jorge Lanata, periodista de Canal Trece, opinó de lo sucedido en el programa con el que competía en horario y que era ampliamente superado en rating.
Si esto fue justicia o puesta en escena, no lo sabemos. Lo que si sabemos es que con todo este culebrón, el programa llegó hasta los 18 puntos de rating, lo más visto en tiempos de cuarentena…