Los municipios y comunas se sostienen en gran parte por los «contratados». Cobran menos que los empleados de planta permanente y no tienen reconocimientos laborales.
A la realidad de los empleados municipales que se encuentran en planta permanente, que ya es muy compleja en términos económicos (ver nota relacionada), hay que sumarle la de los «contratados» o que ingresan por programas municipales de empleo.
En este caso, no solamente implican un número mucho más elevado que los de planta permanente por lo que son el verdadero motor del trabajo en los municipios y comunas, sino que carecen de previsibilidad laboral, no tienen representación gremial, no cuentan con vacaciones pagas, aguinaldo, obra social, y cobran por debajo de la categoría 1.
Esto quiere decir, y como lo detallaba Carlos Kallas, el secretario general del Sindicato de Empleados Municipales de Calamuchita, que algunos no llegan ni a cubrir las necesidades básicas con sus sueldos, debiendo contar con un mínimo de dos o tres trabajos para sostener un hogar.
«Se abusa de ese tipo de trabajadores. La necesidad de la gente hace que acepte cualquier tipo de categoría que se le dé al trabajo con tal de tener un empleo, que son totalmente indignos. Sueldos por debajo de lo que está cobrando un planta permanente. A veces los sueldos son similares pero no tienen estabilidad laboral, por lo tanto esa gente no tiene aportes. Y una vez que desde el gremio logramos que se los blanquee, ni siquiera se les tiene consideración a la antigüedad que han tenido en el municipio», graficó Kallas.
Y agregó: «El contratado con contrato y aportes tiene un tiempo determinado, pero tenemos casos en la provincia que municipales contratados se han jubilado».
Un ejemplo de contratados que es muy común en Calamuchita es el cortador de pasto en verano, que cumple la misma función que un planta permanente. Pero al no ser un empleado fijo por ley, cobra menos y sin ninguno de los beneficios que deberían corresponderle.
La categoría de contratado comenzó a utilizarse hace muchos años, pero se ha incrementado al punto de ser quienes hacen funcionar literalmente los servicios y motorizar al Estado, en este caso municipal y comunal de la zona.
