El legado de un político humilde como Amadeo perdurará siempre en los que deseamos que las cosas se hagan bien. Muchas anécdotas habrá. Una de ellas cuenta que en sus visitas sorpresivas a las reparticiones del gobierno para ver cómo funcionaba todo, se encuentra a su primo Enrique. Éste había conseguido un cargo en vialidad gracias a la mediación de su esposa. Ante esto, Sabattini lo llevó a la Casa de Gobierno y le dijo: “No puede haber dos Sabattini en el gobierno, y como yo no pienso renunciar, vas a tener que renunciar vos”. Un poco distante en el tiempo, y aplicable en muchos casos donde el favoritismo ha premiado a los familiares de los políticos, en cargos inadecuados, peor aún, en funciones que no se saben qué deberes tiene. Otros casos, la excepción, el familiar resulta ser o más eficiente y da pena perderlo.
Por Mauricio Jaimes, Intendente de La Cruz, Calamuchita, Córdoba.