Las picaduras de alacranes han ido en aumento en los últimos meses. El calor, las actividades al aire libre, los incendios y las inundaciones favorecen la proliferación y las picaduras. Veamos algunas cosas a tener en cuenta para evitar ser picado y que hacer una vez que ya nos picaron.
Lo que hay que tener en cuenta que los alacranes son animales ponzoñosos que trepan por paredes, plantas, muebles y hasta por nuestra ropa y sabanas. Generalmente aparecen por los resumideros del baño o la cocina y también de sitios baldíos, con escombros, basura y altos pastizales. Teniendo en cuanta esto es recomendable limpiar estos terrenos y desinfectar nuestro hogar para evitar su aparición. Además controlemos nuestro calzado, prendas, sabanas, toallas antes de usarlos ya que se saben esconder muy bien.
Las picaduras de alacranes son dolorosas y percibidas como un dolor punzante. Los síntomas generales incluyen náuseas, vómitos, palidez, hipotermia, aumento de las secreciones, hipo o hipertensión, y aumento o disminución de la frecuencia cardíaca. En cuadros graves puede presentarse arritmia, convulsiones, insuficiencia cardíaca y edema agudo de pulmón.
Las medidas que vamos a tomar una vez que ya nos picó un alacrán son de suma importancia para poder evitar males mayores. Es necesario que hagamos lo siguiente: lavamos la zona con agua y jabón, ponemos hielo en la picada para calmar el dolor y retrasar la absorción del veneno, inmovilizamos a la persona picada y nos dirigimos al centro médico más próximo. Si es posible llevamos a animal con nosotros en un frasco.
Otra cosa para tener en cuanta, cuando el animal es amarillo claro, de tamaño pequeño, aguijón doble y su dorso tiene rayas, es una especie venenosa. Ya si es oscuro, el dorso de color parejo y su aguijón es simple, no es venenoso.