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Blindaje mediático

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Es muy curioso como los grandes medios de comunicación manejan la información. Si nos ponemos a ver qué es lo que informan, vamos a observar que hay temas de los que no se hablan. Parece que “es mejor no hablar de ciertas cosas…”, pero está a la vista que se está tapando información muy importante que, de publicarse, el estado nacional quedaría muy mal parado.

La palabra represión no forma parte del vocabulario de algunos medios. Represión a trabajadores, a docentes, a la población en general. Hoy si hay un corte de calle o la toma de una empresa multinacional que cierra sus puertas sin siquiera avisarles a sus trabajadores, es motivo de represión. No hay pasos en medio, no hay diálogo, no hay conciliación, nada, sólo represión. Podemos estar o no de acuerdo con lo que reclaman, pero ¿hay que reprimir? Parece que la respuesta es sí. Entonces, ¿es este un estado democrático?

Suicidio de un anciano en Anses. Represión docente por la instalación de carpa en plaza de mayo. Ajuste. Suba del IVA en productos alimenticios. Represión a trabajadores despedidos de PepsiCo. Estos títulos son algunos de los que fueron pasados por alto por los medios de comunicación más consumidos del país.

Pero es muy contradictorio. Cuando estudié periodismo lo primero que me dijeron fue: “Hay que ser objetivos con la información. No hay que emitir juicios de valor. Toda la información tiene el mismo peso”. No es lo que vemos a diario en nuestros comunicadores. La información es filtrada de acuerdo a la ideología del medio. Se hace más hincapié en las noticias que más convienen. Se utilizan adjetivos calificativos para referirse a algo de lo que solo se tiene que informar.

La realidad dista mucho de lo que se expone en los medios. Hoy éstos manejan la opinión pública y con ella, las urnas. La población vota de acuerdo a lo que le dice el medio de comunicación que consuma. No se fija si es verdad o mentira lo que le están diciendo, pero como lo dice el periodismo es real.

El periodismo debería sólo informar. Pero en la última década se ha encargado de ir más allá. Hoy la prensa y la política van de la mano. El periodismo se maneja de acuerdo a ideologías políticas, por lo cual hay que tener muy en claro que la prensa responde a intereses económicos, ideológicos y políticos. La prensa amplia la grieta.

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