La Ola Digital visitó el primer centro trans de Córdoba alojado en la calle Vieytes de barrio Los Naranjos. El espacio fue pensado para dar respuestas al vacío que el estado deja para con las minorías vulnerables de la sociedad. Allí nos recibieron con las puertas abiertas y Anabela Romagnoli, referente política y creadora del espacio junto a Franco Bonino, habló con nosotros.
Este Centro Sociocultural Trans nació con el fin de poder insertar en la sociedad a las mujeres trans que, expulsadas de sus casas, del sistema de salud y educativo, no tienen más salida que el trabajo sexual. “Al principio lo pensamos como un centro cultural porque la mayoría de las compañeras no había terminado el secundario entonces era como dar respuesta al silencio pedagógico que había hacia las compañeras, no solamente el secundario sino que había compañeras que no sabían leer ni escribir”, así nos decía Anabela.
En este espacio, inaugurado en el año 2017, se dictan cursos de oficios, que junto al Ministerio de Equidad y Promoción del Empleo hay cinco capacitadoras trans que impulsan, de esta manera, la inserción laboral. Además allí funciona la primera cooperativa textil trans. “La cooperativa comenzó haciendo los pañuelos por la legalización del aborto que fue un furor y logramos que se vendan por todas partes, así fue creciendo y comenzaron a producir otras cosas, hoy todo lo que producen es para ellas”.
Desde que este proyecto comenzó a gestarse y hasta el día de hoy, sus referentes no solo se quedan trabajando dentro del centro sino que también asisten a mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en la calle. En la zona del mercado norte reparten preservativos y llevan bolsones de comida para dar respuesta a las necesidades alimenticias de mujeres que por momentos no tienen que comer. “A veces se piensa en las compañeras expulsadas del sistema educativo pero es difícil pensar que ni siquiera comen”.
Por otro lado se está gestando un nuevo centro trans en Villa Cornú, en donde se realizan las gestiones correspondientes para abrir otro espacio que abarque una zona de la ciudad más alejado, de esta manera se podría llegar a un mayor número de mujeres con necesidades básicas insatisfechas, además de educativas, laborales, entre otras.
“El vacío del estado en todos los ámbitos hacia las mujeres trans es muy grande, las expulsan de la educación, la salud, de la alimentación, es un travesticidio social, las están matando en vida, es llevar a las compañeras a la muerte”, puntualizó Anabela.
