El 6 de julio de 1573, Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba a orillas del río Suquía, bautizándola con el nombre de Córdoba de la Nueva Andalucía en honor a la ciudad natal del fundador en España. Desde entonces ese día se celebra el cumpleaños de la ciudad.
Su fundador pensaba que Córdoba tenía salida al mar, creyendo que la laguna de Mar Chiquita era una bahía del océano Atlántico. Además quiso fundar una ciudad a orillas del río Paraná pero no llegó a lograrlo.
Estas tierras estaban ocupadas por los comechingones. El área pampeana se encontraba habitada por los antiguos pampas y el noreste por los sanavirones. Por su parte, en el noroeste se encontraban los olongastas, una parcialidad de los diaguitas, mientras que por las orillas del río Carcarañá se encontraba la etnia epónima, muy influida culturalmente por los guaraníes.
Influenciado por las míticas leyenda de La Ciudad de los Césares, Cabrera fundó la ciudad mucho más al sur de lo que le había otorgado la corona española, acto que le costó la vida un año después, cuando fue decapitado en Lima, Perú, por desobediencia.
La Ciudad de los Césares, según los mitos, era un territorio paradisíaco, cubierto de piedras preciosas y tierras fértiles para el cultivo. Nunca fue descubierta, pero la codicia de los españoles llevó a que nuestro territorio fuese conquistado, dominado y sometido. Mucha fue la sangre derramada y los abusos cometidos. Que la celebración por un año más de nuestra ciudad no nos haga olvidar de nuestros pueblos originarios.
