Desde que se rechazó el proyecto de ley de despenalización del aborto en el Senado de la Nación, nada cambió. Muy por el contrario, la realidad se recrudece y las fatalidades siguen sucediéndose una y otra vez. En lo que va de la semana, al menos dos mujeres murieron por abortos clandestinos en la provincia de Buenos Aires, siendo víctimas de un Estado, hasta ahora, incapaz de dar una respuesta satisfactoria frente a esta problemática.
La primera víctima falleció el lunes, y se llamaba Liz. La segunda se confirmó esta mañana.
Todos los intentos por salvarles la vida fracasaron, y aunque en un principio habían reaccionado bien a los antibióticos, ambas empeoraron, muriendo momentos después. Muchos profesionales de la salud consideran que son pérdidas evitables, ya que un aborto seguro, legal y gratuito les habría salvado la vida.
