Fuerte represión por parte de la Infantería Bonaerense y Gendarmería a trabajadores de la empresa PepsiCo por el cierre de la planta y el despido de los trabajadores. Desde el gobierno nacional dicen estar haciendo todo lo posible por solucionar el conflicto pacíficamente.
La multinacional PepsiCo despidió a más de 700 empleados de una de sus plantas en la provincia de Buenos Aires. Los trabajadores, en defensa de sus fuentes de trabajo, decidieron manifestarse en las puertas de la planta. Si bien la movilización era pacifica, Gendarmería e Infantería reprimieron con gases lacrimógenos, balas de goma, deteniendo a varios trabajadores y desalojando el lugar.
El ataque de las fuerzas de seguridad fue ordenado por la jueza de Garantías N°3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasty, para devolver las instalaciones a la firma de capitales estadounidenses.
El conflicto comenzó el 26 de junio, cuando algunos de los trabajadores despedidos tomaron la planta en protesta. Días antes la compañía pegó un cartel en la puerta de la planta informando del cierre de la misma, alegando problemas relacionados a la crisis nacional. Ante esta situación los empleados decidieron medidas de fuerza con el apoyo de gremialistas y movimiento obreros.
Desde el gobierno nacional, Carolina Stanley dijo que se está haciendo todo para que esto termine bien a través del dialogo. Esa información seria errónea ya que sólo se reprimió a los trabajadores sin una instancia de conversación o negociación.