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«Si se puede» (adoctrinar por derecha)

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Un clásico de la hipocresía histórica nacional, es la escandalización extrema, al estilo de «alguien puede pensar en los niños» de Los Simpsons, que agita el poder burgués y réplica burdamente el cotorrerio clasemediero argento. En especial sobre las acciones sociales o individuales de la clase oprimida, lxs de abajo, que son imperdonables e impensadas en ese sector social, acciones culpables de todos nuestros males y decadencias, pero que pasan a ser ignoradas, silenciadas y hasta defendidas cuando las cometen los de arriba.
Un especial énfasis se pone en juego cuando de niñez y educación se trata. En el ranking de «escándalos moralizantes» figura muy arriba la malvada intención de adoctrinar y manipular las indefensas mentes de nuestrxs niñxs por parte del peronismo (silabeo de «Perón me cuida» o «Eva me ama») o más acá en el tiempo la lectura de cuentos o libros con el «demonio marxista» de la izquierda acechando nuestras juventudes. Algo de deja vu se vivió años atrás cuando se vociferaba «La Campora baja línea en las escuelas» o «los profesorados y universidades están dominadas por los zurdos».
Se imponía así una falsa idea de que antes del 45 y después del 55, antes del 73 y después del 76, antes de «el curro de los DD.HH. y después de que ganó Mauricio», los guardianes de la dignidad y moralidad nacional, jamás manipularon una sola mente, menos que menos infantil o juvenil, ni bajaron línea de sus posturas e ideologías.
Obviamente que el sólo leer cualquier manual, de cualquier materia, de primaria o secundaria del país a lo largo de la historia, haría caer este supuesto. Pero como el sentido común impuesto desde arriba exige obviedades en su contra, vamos seguros del «tenía un libro de Marx en la biblioteca» (que te hacía merecedor de la tortura y desaparición), a la aceptación de ideas en un manual como «desde siempre la humanidad dominó la agricultura y su manipulación para satisfacer las necesidades básicas, así en este época la ciencia avanza en la modificación de genes y condiciones climáticas, para producir la cantidad de alimentos necesarios para una población en vertiginoso crecimiento». Aceptando que esto último no es una postura ideológica sino una simple descripción objetiva.
En este febrero del 2018, donde lxs docentes argentinxs somos motivo de difamación y pedidos de rinoscopias generalizadas, sale a la luz el material de una importante editorial (Aique) donde propone un espacio de su manual de 6to grado (11 años de edad en promedio) para la provincia de BsAs, analizando el gobierno de Mauricio Macri, el cual recién va por la mitad de su mandato. Obviamente este análisis es totalmente elogioso y favorable a Cambiemos, incluso tomando 2 símbolos para volverlos verdades: el eslogan «sí se puede» como motor social y esperanzador de un cambio y la muerte del fiscal Nisman como quiebre del humor social y motivo de «ganar la calle» para la oposición al entonces gobierno de CFK. La hoja se completa con un sonriente Macri sentado en el sillón presidencial, reforzando su blancura europea y sus ojos claros, enmarcado en una infografía digital de la cual asoman dos niñxs de edad escolar que lo miran con alegría.
¿Son los manuales de Perón y Evita? NO. ¿Tienen la fuerza y contundencia política de El Capital de Marx? NO.
Pero no necesitan ser ninguna de esas cosas. Cuando todo el aparato ideológico, gubernamental y mediático juega a tu favor, te alcanza con instalar por arriba dos o tres conclusiones sin ningún asidero, reforzar un eslogan y meter una imagen zen y llena de energía positiva, para aquietar el mayor de los peligros: la libertad de pensamiento, el análisis crítico de la realidad.
¿Qué hacemos como docentes? En una escuela saturada de vicios y con las limitaciones del sistema, con políticas educativas que nos meten los valores del sistema a garrotazos, con salarios miserables y falta de recursos, somos lxs docentes quienes con nuestra reflexión sobre las prácticas que llevamos adelante, con los espacios colectivos de encuentro y creación pedagógica, con la construcción constante de saberes junto a nuestrxs alumnxs, deberemos no bajar nunca los brazos en el objetivo de formar generaciones de seres autonomxs, libres pensantes, que se animen a transformar todo lo que este mundo violentamente impone.
¿Qué donde están lxs indignadxs que gritaban «política en las escuelas no» cuando quisimos hablar de Maldonado? Están aprendiendo y repitiendo: si «los otros» lo hacen, está mal; si «nosotros» lo hacemos está bien.
Cuidado moralistas de Plasma y fideos recalentados, que ustedes también son «los otros» y cuando salgan a reclamar el laburo o pan que les falta, a «ustedes» les va a dar pudor revolear una baldosa, mientras «ellos» llenarán de balas los chocobares de ocasión.

Matías Gianfelice, docente del Valle de Calamuchita, militante de «Calamuchita x la Educación» y del FPDS – CN.

Un especial agradecimiento a todxs las colegas de Calamuchita, La Matanza y otros pagos que con sus ideas y miradas mediante la virtualidad me ayudaron a pensar este texto.

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3 comentarios en ««Si se puede» (adoctrinar por derecha)»

  1. Realmente es patético el esfuerzo realizado por quienes quieren imponer la idea de un «Adoctrinamiento» por parte de un sector carente de objetividad y fogoneado por pseudoperiodistas como quién pone su nombre en el encabezado de este artículo. De la misma manera como se quiso imponer la desaparición forzosa de Santiago Maldonado a manos de una fuerza de seguridad, ahora se pretende instalar un debate insípido que no tiene el más mínimo sentido. La forma peyorativa en que se hace referencia al motor de país como es la clase media Argentina es repudiable desde todo punto de vista. Lo más triste es que una persona así esté al frente de un aula.

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  2. Efectivamente, se puede Adoctrinar por Derecha, ya que lo hicieron Perón y Menem. Del mismo modo en que se Adoctrina por Izquierda, cómo lo hacen Cristina Fernández y Alberto Fernández de Kirchner…

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