Luego de una semana de conflicto, los trabajadores del transporte urbano de pasajeros no logran llegar a un acuerdo.
La primera semana de junio estuvo marcada por el conflicto de choferes de colectivos y UTA por el aumento salarial del 8% anual al que había llegado el sindicato.
La primera medida fue el corte del servicio y luego el acampe frente a la cede gremial, en la calle Vélez Sarsfield al 500. Desde la municipalidad no fueron muchas las soluciones propuestas y se trató al conflicto como si no fuese un problema del cual hacerse cargo.
Se abrieron mesas de negociaciones desde la UTA y desde el Ministerio de Trabajo, pero no se efectivizaron por no ponerse de acuerdo.
A mediados de semana, una campaña vía redes sociales amenazaba con un “Cordobazo”, provocando miedo en la sociedad. Los medios de comunicación más importantes de la ciudad colocaron como culpables a los trabajadores del volante, sin mencionar la responsabilidad municipal y gremial.
Al culminar la semana se llevaron adelante negociaciones que no llegaron a buen puerto y la medida de fuerza siguió adelante. Además analizaron la propuesta de adelantar un bono de 5800 pesos que otorgaría el sindicato pero fue rechazado. El secretario del gremio a nivel nacional, Roberto Fernández, descartó la reapertura de las paritarias.
Por su parte, el apoyo recibido desde otros gremios y de diferentes sectores sociales pone al conflicto en la primera plana de los periódicos nacionales y de la opinión pública.
La ex mandataria, Cristina Fernández, opinó del conflicto por las redes sociales y acusó a los medios de comunicación de proteger al gobierno de Mauricio Macri con un blindaje mediático.
A última hora del día viernes se ratificó la continuidad de la medida de fuerza y podría dictarse un paro provincial desde la CGT.