Ayer, la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, hizo la presentación de su libro, Sinceramente, en la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
En la Sala Jorge Luis Borges del complejo La Rural se convocaron senadores y diputados, funcionarios de gran parte del arco político, referentes de los organismos de DD.HH. como Estela de Carlotto y Taty Almeyda; actrices, actores y referentes del arte y la cultura.
Afuera, se congregó una multitud para dar su apoyo y cariño a la ex mandataria con cánticos como “Sinceramente te copamos la rural” o “Vamos a volver”.
Entre el recorrido que hizo la autora por los pasajes más importantes del libro dijo: “Nos quieren presentar la realidad o la historia como hechos inconexos, como si ninguno tuviera que ver con el otro, como si las cosas sucedieran casi como una tormenta.”, haciendo referencia a los hechos históricos del país.
“Tenemos que analizar qué cosas operan para que en una sociedad pasen estas cosas, sin enojarnos unos con otros. Tratar de comprender, de entender, para después resolver. Es imposible resolver bien si no se entiende, si no se comprende, la magnitud, la densidad y la profundidad de los problemas”, agregó.
En varias ocasiones utilizó la frase “no quiero ofender a nadie”, tratando de no generar un espacio de conflicto: «El libro, lejos de plantear enfrentamientos o peleas, creo que es una interpelación, pero una interpelación a todos, a las dirigencias no sólo políticas sino sociales, sindicales, empresariales, culturales, intelectuales, y es también una interpelación a la sociedad.”
«Quiero que este libro les sirva a los argentinos como un instrumento de discusión. No es la biblia, lo tengo claro, simplemente que sea un instrumento para advertir desde la experiencia», puntualizó.
Además, hizo hincapié en la dedicatoria del libro: “Quería contarles por qué razón había decidido en diciembre, con tanta antelación, presentar el libro hoy 9 de mayo. Hoy hace 44 años que, en La Plata, en el Registro Civil 1 de calle 41, Néstor y yo nos casábamos (…) Se lo dedico a él, pero no como político, ni como presidente o estadista, Néstor no lo necesita, él ya está en la historia. Yo se lo quería dedicar a él como mi compañero, al Néstor hombre, al Néstor padre de nuestros hijos, porque él se lo merecía…”.
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