El fallo es histórico y se dio por parte de un jurado de San Francisco, Estados Unidos, que determinó el glifosato había sido causante del cáncer de un jardinero de un colegio. Por tal motivo, la multinacional Monsanto deberá abonar un monto de 290 millones de dólares.
Lo que sucedió tuvo varias instancias con idas y vueltas. El jardinero de una escuela había denunciado que el padecimiento de un linfoma incurable no hodgkiniano fue por la utilización de productos de RoundUp y RangerPro, pertenecientes a Monsanto.
En 2015, el Centro Internacional de Investigación del Cáncer, organismo de la Organización Mundial de la Salud había especificado que el glifosato era probablemente cancerígeno. Pero un año después, no solo la OMS sino también la FAO, se contradijeron. Pero la investigación siguió adelante, y el año pasado se determinó que se habían ocultado datos científicos importantes y que se cambiaron conclusiones en los estudios que se realizaran en ese entonces.
Por tal motivo, ahora Monsanto deberá pagar 290 millones de dólares, debiendo atravesar sólo en Estados Unidos más de 5 mil procesos muy parecidos, a los que se suman miles más en todo el mundo.
