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12 de mayo: Día de la fonoaudiología

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La fecha conmemora la creación de la Asociación Argentina de Logopedia Foniatría y Audiología.

El 12 de mayo es el Día de la fonoaudiología, una fecha para reconocer la labor de quienes se dedican a esta profesión, y también para promover el cuidado de la voz y la audición. La efeméride fue instaurada en conmemoración a, la primera entidad científica fonoaudiológica del país, que tuvo lugar en este día, en 1948.

Las y los fonoaudiólogos atienden alteraciones de la audición, el lenguaje, la voz, la motricidad orofacial y la deglución; y ayudan a establecer las habilidades de comunicación o a perfeccionarlas.

En este marco, Mariela Conti, referente del Programa provincial de detección temprana auditiva del Ministerio de Salud, y la especialista Andrea Romero, fonoaudióloga de la misma cartera ministerial, brindan información y recomendaciones para el cuidado de la voz y la audición.

Desde el programa provincial indican que un 60 por ciento de la pérdida de audición en niños y niñas se debe a causas como otitis y complicaciones congénitas, que pueden prevenirse.

Entre las principales causas de sordera y pérdida de audición en el periodo prenatal se encuentran factores genéticos, e infecciones intrauterinas, como rubéola, sífilis, toxoplasmosis y por citomegalovirus.

En tanto, en la etapa perinatal, pueden asociarse a complicaciones como falta de oxígeno en el momento del parto, por hiperbilirrubinemia, bajo peso al nacer, entre otras.

Durante la infancia, los problemas de la audición suelen estar vinculados mayormente a otitis crónicas y meningitis.

Así, las medidas de prevención son la vacunación, los controles del embarazo y atención materna, el asesoramiento genético, la detección, el tratamiento de afecciones comunes del oído y el diagnóstico temprano.

En este sentido, cabe destacar que las y los recién nacidos deben acceder a un examen de audición antes de sus primeros 30 días.

Respecto a los signos de alerta, es clave consultar con la o el pediatra sobre los principales comportamientos auditivos para cada edad, e informarle si el niño/a presenta alguna dificultad o dolor de oído. También es importante advertir si no se logran avances del desarrollo motor a la edad esperada: gatear entre los 6 a 10 meses y caminar entre los 10 y 15 meses.

Asimismo, es fundamental hablar con los más pequeños desde sus primeros días de vida, ya que estimula la maduración de su audicióny, de esta manera, facilita el desarrollo del lenguaje oral.

Al respecto, se debe considerar la adecuada pronunciación de las palabras, y evitar repetir términos de manera incorrecta. En su lugar, se recomienda corregirlos con claridad y amabilidad. En esta línea, se propone utilizar el lenguaje como parte fundamental en la comunicación y del juego con los y las bebés.

En tanto las recomendaciones para la comunidad en general, existen algunas prácticas cotidianas que pueden modificarse o incorporarse para evitar daños en la voz y audición.

Un consejo es evitar o reducir el tiempo en ambientes ruidosos (con televisión o música alta, ruido de maquinaria, interior de autos, colectivos, bares, discotecas, etc.). Cuando haya que permanecer en estos lugares, es importante no gritar o elevar el tono de voz para hablar, es mejor intentar reducir al máximo el ruido de fondo y buscar estrategias para situarse cerca de la persona a la que haya que dirigirse.

Respecto al uso de auriculares, se indica escuchar al 60 por ciento del nivel máximo, no optar por los dispositivos de inserción, y realizar pausas de 5 a 10 minutos cada 60 minutos de uso.

También es bueno mantener una buena hidratación, preferentemente con agua, evitando gaseosas y bebidas alcohólicas. De igual manera, se recomienda no fumar, ya que, además de provocar un daño generalizado para la salud, este hábito genera cambios permanentes en el tono de la voz, su naturaleza y su capacidad

Respecto a la dieta, si bien no existen alimentos nocivos para la voz, una nutrición equilibrada es importante, como también tener en cuenta la buena digestión, y no ingerir raciones muy calientes ni muy frías.

Asimismo, es bueno tener un buen descanso, y disminuir tensiones. En esta línea, es clave sumar actividades de disfrute y también ejercicio físico de manera habitual.

Por otro lado, deben evitarse ambientes con humo y/o de polvo en suspensión, y considerar mantener una humedad ambiental.

Otras recomendaciones clave son: una buena postura, no exponerse a cambios bruscos de temperatura, y realizar ejercicios de vocalización, antes y después de utilizar la voz de manera más intensa (cantar o dar clase, por ejemplo).

Si se nota que la garganta se reseca mucho o que la voz se está volviendo ronca, lo mejor es reposar, y evitar hablar.

Es conveniente consultar con el médico/a o especialista si se producen ronqueras de repetición o si éstas duran más de 10 días, o si se presentan, de manera persistente, síntomas como dolor de garganta, ardor de estómago, alergias, o catarros.

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