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La solidaridad como tatuaje

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Un grupo de tatuadores llevó adelante una jornada solidaria para ayudar al merendero “Pancitas llenas, corazones contentos”, ubicado en el barrio Viejo Molino, de Villa Yacanto de Calamuchita. Se recaudaron $9250 para útiles escolares y alimentos.

La iniciativa surgió de una charla. Priscila Voorhees es una incansable luchadora por los niños en situación de vulnerabilidad, que colabora hace tiempo con un merendero de Villa Yacanto y otras instituciones . En conversación con Maga Maguita Paz, reconocida tatuadora de Villa Ciudad Parque, y ante el inminente inicio de las clases, una le contaba a la otra de la realidad de decenas de chicos y chicas que no sólo no tienen útiles para comenzar las clases, sino que algunos ni siquiera zapatillas para asistir a la escuela.

Con el espíritu de colaborar, decidieron sobre la marcha organizar una jornada de tatuaje a beneficio de estos niños. Fueron varios los invitados, de los cuales respondieron y se sumaron a la iniciativa Juanse Karma Tattoo (nombre artístico), Jordan Varvelo, ambos de Santa Rosa de Calamuchita, y Alan Abregú Agüero, de Villa Ciudad Parque. La propuesta fue realizar mini tatuajes a 350 pesos con la consigna de ayudar.

Fue tanta la gente convocada que la labor empezó alrededor de las 11 de la mañana y se extendió hasta las 21 hs. del domingo. Dicha jornada se desarrolló en Villa Ciudad Parque, y contó con 4 tatuadores, logrando recaudar 9250 pesos. “La idea es seguir haciendo cosas (…). Quizás incluso un evento de sábado y domingo para recaudar fondos. O estamos abiertos a otras posibilidades que tengan que ver con lo cultural, lo artístico, para el mismo fin”, contó Maga Maguita Paz, una de las organizadoras y propulsoras de la actividad.

Explicó el merendero tiene muchas necesidades, como por ejemplo contar con un espacio totalmente cerrado, teniendo en cuenta que se viene la época fría del año, y los niños necesitan estar resguardados cuando reciben su merienda. “A mí me da mucha satisfacción poder ayudar. Yo creo que lo que me hace bien a mí, tiene que hacerle bien al resto (…). Esto que hicimos es algo que podrían hacer muchas más personas”, resaltó la tatuadora.

Y es que la realidad respecto a la vulnerabilidad de un amplio sector de la sociedad que no puede estudiar, por ejemplo, por tener las necesidades básicas insatisfechas es visible también en los pueblos del interior. Niñas, niños y familias enteras la pasan mal a diario, y esas situaciones muchas veces son ignoradas por los mismos que habitan cerca.

Para ayudar, colaborar, y dar una mano existe una vía de contacto a través de Facebook. Ingresando a Infancia Libre, Niños Felices podes enterarte sobre todo lo que se hace por el merendero de Yacanto y otras instituciones de Calamuchita.

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