El panorama provincial se ha vuelto complejo en estos últimos años. Se ha profundizado mucho más luego de las últimas elecciones por diputados y senadores del 2017, donde Unión por Córdoba no pudo contra la ola amarilla, que terminó posicionando muy bien a Baldassi como una ficha por demás importante en el plano del 2019. Si bien Schiaretti mantiene una alta imagen positiva y su gestión es aprobada mayoritariamente por los cordobeses, y aunque Cambiemos tenga que definir sus internas para conocer finalmente quién disputará la gobernación el año próximo, los sectores nacionales y populares, muchos de ellos aliados históricos del peronismo, cada vez se muestran más independientes y alejados del actual Gobernador.
Y es entendible. Hasta no hace mucho, Schiaretti seguía echándole leña al fuego, apuntando siempre sus cañones contra Cristina Fernández de Kirchner, líder indiscutida de los sectores más progresistas del país. En ese contexto, y a pesar de representar en Córdoba un 10 por ciento asegurado del electorado (que ha llegado a crecer hasta el 18 en las mejores épocas del kirchnerismo), todo porcentaje se hará necesario a la hora de imponerse en las urnas. La contienda electoral que se aproxima no es sencilla, y lo será mucho menos para un Unión por Córdoba (que lleva 20 años en el poder) si Macri se decide a darle todo su apoyo a la figura más fuerte del radicalismo: Ramón Mestre.
En medio de esta situación, se lanzó días atrás el espacio “Vamos”, con integrantes de Libres del Sur, el Movimiento Evita, Patria Grande y el Partido de los Trabajadores y el Pueblo, que no solamente tendrá su representación en Córdoba, sino también pretende volverse una opción nacional en el tiempo que se aproxima.
Sus luchas rondarán en torno al aborto legal, gratuito y seguro, el feminismo, la emergencia alimentaria, el freno a los tarifazos, y la emergencia social, entre otras.
Imagen: La Nueva Mañana
