Se llevaba a cabo en una casa particular, con unos 20 jóvenes en el lugar. La música a todo volumen fue el elemento que los delató.
Un llamado telefónico anónimo ingresó alrededor de las 3.30 de la madrugada del domingo a la dependencia policial. El denunciante informaba respecto a una fiesta clandestina, con música alta y una gran cantidad de personas.
Fue en barrio Escuela de Embalse, donde unos 15 a 20 jóvenes con música a todo volumen desarrollaban una actividad prohibida en el contexto de la pandemia.
De inmediato se procedió a la identificación de todos los presentes, quedando fichados, y siendo citado el dueño de la casa particular por directiva de la Fiscalía de Instrucción de Río Tercero.