Sierras Chicas, lugar de grandes encantos naturales y culturales. Tierra de la doma y el folklore, del buen vino y los salames. Tierra de jesuitas, que en su paso por América, nos legaron sus costumbres europeas, sus iglesias y su sistema educativo. Hoy, nuestro recorrido se detiene en este mágico destino, disfrutemos juntos del paseo.
Sierras Chicas
Colonia Caroya: (a 45 kilómetros de la ciudad de Córdoba) tierra de inmigrantes italianos que hoy ofrece al turista la mejor producción de embutidos caseros, quesos y vinos de la zona. Se pueden visitar bodegas y viñedos que nos remontan a los años de la inmigración.
La Estancia Jesuítica marca un quiebre en la historia de la localidad, dando paso a las costumbres españolas. Hoy se puede visitar la estancia en su totalidad, que conserva su Tajamar, parte del molino, las acequias y el área dedicada a la quinta. Además, entre 1814 y 1816, la localidad tuvo una fábrica de armas blancas durante la guerra de independencia, y proveía puntas de bayonetas al ejército del norte. Hoy es un museo que puede ser visitado.
La mística histórica que tiene Colonia Caroya es acompañada por ríos, sierras y aire libre, con una gran plaza y su avenida arbolada, es un excelente destino cultural y de descanso.
Jesús María: (a 47 kilómetros de la ciudad de Córdoba) sus orígenes se remontan a tiempos inmemoriales, con la comunidad indígena Guanusacate y luego colonizada por los jesuitas españoles que hicieron de la zona la mayor productora agrícola y vitivinícola. La Estancia Jesuítica hoy es el Museo Jesuítico Nacional y fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, al igual que las otras estancias de Córdoba.
Esta localidad que formaba parte del Camino Real, ruta estratégica hacia el Alto Perú, hoy alberga uno de los festivales más importantes del país, Festival Nacional de la Doma y el Folklore, que año a año convoca a personas de toda la región.
Ascochingas: (a 47 kilómetros de la ciudad de Córdoba) localidad que ofrece tranquilidad y relax al aire libre, con ríos y balnearios de agua cristalina. Este destino fue receptor de grandes familias adineradas de nuestro país, por ello hay muchas estancias, entre ellas La Paz, heredada por el presidente Julio Argentino Roca, por donde pasaron personalidades como Sarmiento, Pellegrini, Alcorta, entre otras.
Estas tierras también fueron habitadas por jesuitas, y a 8 kilómetros del centro de la localidad se encuentra la estancia Santa Catalina, que albergó a los jesuitas y a estudiantes del colegio Monserrat y de Universidad Nacional de Córdoba. Hoy abierta al público para su recorrido.
Agua de Oro: (a 56 kilómetros de la ciudad de Córdoba) destino ideal para el turismo ecológico y de aventura, ofrece río, sierras, aire libre y tranquilidad inigualable. Sus atractivos culturales son: la Iglesia San Vicente Ferrer, edificada a mediados del S. XVIII y por el otro, la Capilla Nuestra Señora del Rosario, ubicada en el paraje de Candonga, a 11 km de Agua de Oro por camino de ripio. Esta centenaria capilla data del año 1730 y fue construida por la impronta jesuítica con participación de artistas indígenas. La vieja Estancia
“Agua de Oro”, una de las más importantes postas de mulas del antiguo Camino Real al Alto Perú, remodelada y adaptada, es hoy un espacio que brinda el mejor servicio para disfrutar de un paseo colmado de vistas panorámicas.
Rio Ceballos: (a 35 kilómetros de la ciudad de Córdoba) destino que ofrece vida al aire libre y vida nocturna, con una gran oferta hotelera, casino, bares y boliches.
El dique La Quebrada, está ubicada en la Reserva Hídrica Natural del mismo nombre y alberga una gran cantidad de flora y fauna, protegida por guardabosques.
Unquillo: (a 24 kilómetros de la ciudad de Córdoba) tierra de artistas, escultores, pintores, escritores. Alberga el museo Spilimbergo, que fue la casa del famoso pintor Lino Enea Spilimbergo, que conserva la mistica de una persona mistreriosa y talentosa, a la vez que guarda pinturas de Quinquela Martín, Francisco Vidal, Cerrito y José Malanca, entre otros genios del arte. Unquillo fue también el hogar del maestro Carlos Alonso y el cordobés Álvaro Izurieta, artistas de reconocida trayectoria internacional.
Otro atractivo paisajístico y cultural es Villa de Leonor de Los Quebrachitos, el camino conduce a la Capilla Villa Leonor, construida por el artista plástico y astrónomo Guido Buffo. Esta pequeña construcción es un esotérico panteón familiar que posee la forma de caracol y en su interior guarda exquisitos frescos que representan el cosmos, la fragilidad de la vida y la inminencia de la muerte. Guido Buffo construyó esta capilla y cripta como un tributo de gloria y amor a su mujer e hija fallecidas de tuberculosis.
Hasta aquí nuestro recorrido por las Sierras Chicas, esperamos lo hayan disfrutado. En nuestro próximo encuentro Sierras Grandes.