En las últimas horas, la Gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lanzó un programa de descuentos para competir en el verano con destinos como Brasil o Uruguay, que en las últimas temporadas se veían muy beneficiados por el cambio de moneda. La noticia parecería sumamente positiva, y de hecho para quienes decidan como destino de sus vacaciones ir a Mar del Plata, lo será. El tema es que los demás puntos turísticos del país, como es el caso de Córdoba, se ve de alguna manera jugando de forma dispar, teniendo en cuenta que tales descuentos y beneficios son solamente posibles gracias al tremendo aporte que el Gobierno Nacional hace a Buenos Aires.
Sin ánimos de levantar las banderas del federalismo (aunque así debiera ser), lo que se pretende decir es que la centralidad porteña sigue ampliando su brecha respecto a las demás provincias en cuanto a competitividad, solventada por la mirada de superioridad bonaerense sobre el resto.
Dentro de los anuncios puede contarse que “habrá un 50% en la compra de pasajes de ómnibus y trenes, con un tope de reintegro de $1.500 por cuenta. También habrá un reintegro del 30% para la compra de estadías en hoteles adheridos, con un tope de $5.000 y la posibilidad de financiar la compra en 12 cuotas. Otro de los beneficios será un 50% en restaurantes adheridos con un tope de hasta $1.000 y un 50% en espectáculos, sin tope de reintegro y 6 cuotas sin interés”, puntualiza el portal cba24n.
Y prosigue el medio: “A su vez, quienes compren en supermercados contarán con un descuento del 50%, con un tope de $1.500 mensuales por cliente. La combinación de estos descuentos le permitirá al beneficiario ahorrar un promedio de $14.000 para dos semanas de vacaciones, o el equivalente a $1.000 por día, lo que significa que el gasto puede reducirse hasta en un 38% e incluso el ahorro puede ser superior en relación a otros puntos de la región como Uruguay o el sur de Brasil”.
